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Cómo superar una separación: Pasos 2 y 3

#Paso 2: me pongo linda, me compro ropa nueva, hago cosas para verme mejor, me hago masajes, tratamientos de belleza, me compro máquina para hacer ejercicio en casa, hago lo que siempre quise hacer y la relación me impedía (leer, escribir, coser, dormir, estar en silencio, salir, ver nuevas series o películas, disfrutar de todas las plataformas de películas y series). Incluso me puedo buscar algún trabajo nuevo, retomar un hobbie, hacer cursos. #Paso 3: hago una lista mental de mejores amigos y los contacto para contarles lo que me pasa. No me encierro. Salgo con mis hijos, visito amigos que viven lejos, voy a comer afuera, no me esfuerzo en hacer lo que ya sé que no me sale (cocinar, por ejemplo) y hago más lo que me gusta (trabajar, dar clases, estudiar) Hago una lista de mis vecinos y conocidos que conocen mi nueva situación y podrían ayudarme si me pasa algo.
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Cómo superar una separación: Paso 1

Paso 1 #Autoestima: soy linda, no tengo un problema grave, hay mucha gente que quiero y me quiere, el mundo no se termina. Ya pasé por esto. Recupero mi libertad. Recupero mi vida. Respeto mis tiempos. Soy así y no voy a cambiar. Me acepto. La gente buena siempre es buena y la gente mala/mentirosa siempre será mala/mentirosa. Los perdono, pero me separo de ellos. No quiero vivir así. No me lo merezco. No quiero volver a enfermarme. No fue mi culpa que me mientan. No es mi responsabilidad ayudar a alguien que me maltrata, por más que sea mi marido o el padre de mis hijos.

La curandera

Ella se hizo famosa en su Santiago natal porque un día decretó que el viejo Eustaquio (ya de 93 años en ese entonces) se iba a morir de cáncer de hígado. Claro, todos le creyeron sus poderes porque efectivamente a los 6 meses el viejo partió a mejor vida con ese diagnóstico. Lo que nadie se dio cuenta fue que el hombre estaba cada dia más amarillo. Y la ciencia hace añares que dejó plasmado que ese era uno de los síntomas más visibles de cualquier enfermedad relacionada a la bilis. Cuando se quedó en la calle se enganchó al Roberto y se fueron a vivir a Boedo. Se puso un negocio de ropa para señoras gordas en el cual ella era la modelo, porque a su edad teniendo medio kilo menos que sus clientas, y con la fama que traía de bruja adivinadora, todas las viejas de la zona le empezaron a creer que las flores gigantes en una camisola enorme les quedaban pintadas. Cada día les hacía creer a sus clientas que eran hermosas -obesas y viejas- pero hermosas, ...

Ansiedad en la red

  No sé si a vos te pasará, pero a mí sí, y cada vez más seguido. Al principio estaba bueno poder tener una forma gratis de comunicarse con todo el mundo, especialmente con la familia que vive lejos. También estaba bueno poder mandarse fotos, videos, audios. Ya que el audio es como hablar con alguien, pero con delay. Por ende, no escuchamos el tono de la forreada como si fuese cara a cara o en una llamada telefónica normal, y supongo que es porque nadie se quiere grabar sonando como trastornade mental o hacer un audio que suene a amenaza de muerte. Bueno, algunes sí, pero no estaría siendo la mayoría... Después de los audios nacieron los benditos grupos. Y los memes. Y la gente que recién estrena el whatsapp y descubre un mundo infinito de formas posibles de romperle ovarios y huevos a la humanidad toda. Y el grupo de la salita roja, y el del acto de fin de año, y el de las mamis de 5°, las mamis de voley, las mamis de patín, las de danza, los parientes lejanos, los parien...

Te deseo amor

A vos, que siempre estás buscando el defecto en el relato del otro, el chisme, el dato que rellene tu necesidad de dar tu opinión malévola. A vos que envidiás hasta el más mínimo detalle insignificante de la vida de los demás. A vos que no podés ser feliz porque nadie puede ser más feliz que vos. A vos que llevás y traés información entre la gente, para generar discordia o discusiones entre los amigos o los que se aman. A vos que te gusta echar sal en las heridas y siempre creés saber más que el resto sobre sus propias vidas. A vos que creés tener las soluciones que los demás no encuentran. A vos que te alimentás del sufrimiento ajeno. A vos, te deseo amor. El amor más grande del mundo que puedas encontrar. Que te haga tan feliz que sólo salgan de tu boca palabras amables. Que olvides la envidia y la competencia. Que te haga sonreír por nada y reír por todo. Y que ese amor sea tan pero tan intenso, que incendie para siempre tu necesidad de odiar.

La sirena de la Pelopincho

Mi sueño era poner la Pelopincho* en el patio. El sábado 29 de diciembre a la tardecita, con 50 grados de calor, previo corte de pasto del novio de mi amiga y charla bajo el árbol con mi otra amiga, me aventuré a armar la pileta. Ese finde la llené mientras pintaba la ventana y la puerta del baño. Y el 1° la inauguramos. Vino mi amiga, nos metimos al agua y tomamos unos mates ahí. Nos charlamos la vida. Con sus paladas de cal y sus paladas de arena. Más tarde, cuando se fue, me quedé más de dos horas en el agua disfrutando el primer día del año que se vaticinaba como muy pero muy feliz. Me relajé tanto mirando al sol, que por un minuto me sentí una sirena. A la tardecita fuimos a tapar la pileta con nylon para que no se ensucie el agua. 2 de enero, 4 y media de la tarde... Más de 50 grados de calor... Con ellas y él fuimos al patio para meternos en la pile. Me acerco y veo piedritas de gato sobre el nylon abierto. Había quedado un espacio en el medio de las bolsas que pusi...

Presa

Presa. Así me siento. Aunque en los papeles diga "divorciada", y que en un principio yo leía como "libre". Y la sensación de estar presa es porque cada día tengo más miedo. Porque cada 30 horas algún tipo mata a alguna de nosotras. No les importa nada, no hay ningún parámetro para justificar tanto odio y tanta violencia. Y así estamos, ellos libres de asesinarnos y nosotras encerradas con miedo. ¿Quién nos cuida? Si nos destrozan tanto la vida que a veces no podemos cuidarnos ni a nosotras mismas.