A vos, que siempre estás buscando el defecto en el relato del otro, el chisme, el dato que rellene tu necesidad de dar tu opinión malévola. A vos que envidiás hasta el más mínimo detalle insignificante de la vida de los demás. A vos que no podés ser feliz porque nadie puede ser más feliz que vos. A vos que llevás y traés información entre la gente, para generar discordia o discusiones entre los amigos o los que se aman. A vos que te gusta echar sal en las heridas y siempre creés saber más que el resto sobre sus propias vidas. A vos que creés tener las soluciones que los demás no encuentran. A vos que te alimentás del sufrimiento ajeno. A vos, te deseo amor. El amor más grande del mundo que puedas encontrar. Que te haga tan feliz que sólo salgan de tu boca palabras amables. Que olvides la envidia y la competencia. Que te haga sonreír por nada y reír por todo. Y que ese amor sea tan pero tan intenso, que incendie para siempre tu necesidad de odiar.